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Visita a la Ermita de San Saturio en Soria

La visita a la  Ermita de San Saturio de  Soria es una de las visitas obligadas que hay que hacer al llegar a esta localidad castellana.

Día de la visita el 21 de septiembre de 2013.

A la salida de Soria en dirección a Zaragoza nos encontramos con una zona de aparcamiento bien señalizada donde aparcamos el vehículo. Un cartel indicador nos dice que la ermita de San Saturio se encuentra a 1300 metros y el horario de apertura.

Zona de aparcamiento

Dejamos el coche fuera, se puede pasar con hasta la misma ermita, pero nosotros decidimos dar un paseo e ir andando ya que hace una buena tarde.
Camino de entrada

Comienza el recorrido pasando por un camino asfaltado con setos a ambos lados y que nos lleva, en apenas cien metros al Monasterio de San Polo, que cruzamos por debajo de un arco. Cuenta la historia que este Monasterio de origen templario fue construido bajo el reinado de Alfonso I el Batallador y estuvo habitado hasta el año 1312 en el que fue disuelta la Orden del Temple y todas sus propiedades pasaron a manos del rey quien posteriormente las vendería a distintos nobles. Este monasterio estuvo en pleitos por su propiedad hasta el año 1756 en que se dictó sentencia favorable al noble que lo había adquirido.

Arco de entrada al Monasterio de San Polo
El Monasterio presenta dos fachadas similares, con puertas de arco apuntado, entre ventanas de arco de medio punto, y un piso superior con una ventana central y saetera. Tiene tres portadas apuntadas, las principales en los muros norte y sur, decoradas con chambrana dentada y que dan acceso a la carretera, y otra más pequeña al sur, sobre jambas, da acceso al interior del templo. Además en el muro norte posee otra portada románica de arco de medio punto con dos arquivoltas lisas que da acceso al jardín. En la actualidad es una propiedad particular.

Ya se divisa San Saturio
Continuamos por el Paseo de San Saturio que discurre a lo largo del Duero y es un paraje encantador para disfrutar de un agradable paseo. Según avanzamos por el paseo vamos divisando la ermita enclavada en la montaña que según nos acercamos se impone majestuosa delante de nosotros. 
Acceso a la ermita

Finalmente llegamos a pie de la Ermita de San Saturio (hasta aquí se puede llegar en coche) donde en primer lugar nos encontramos la entrada a la gruta. Entramos por aquí. Esta ermita está excavada en la roca y da la sensación de adentrarnos en un entorno diferente a lo tradicional.

Cuenta la tradición que en el siglo VI el noble soriano Saturio, quien nació en Soria el 8 de Mayo del año 493 y era hijo de una noble familia que le legó un importante patrimonio, repartió sus riquezas entre los pobres y marchó a vivir como un anacoreta a unas cuevas junto al Duero. Aunque no es un dato fiable se cree que falleció hacia el año 570. Su recuerdo no se perdió del todo y en el último cuarto del siglo XVI se encuentran sus restos y crece la devoción hacia el eremita hasta el punto de construir un templo en su honor. Fue canonizado el 31 de Agosto de 1743 por el Papa Benedicto XIV concediéndole el patronazgo de la ciudad.

“Un notable discípulo de San Saturio fue San Prudencio, que llegó a ser obispo de Tarazona, pues en uno de los frescos de la capilla se describe uno de los milagros de San Saturio quien  poniendo su capa sobre el Duero permitió a sus discípulos pasar sobre ella sin mojarse”.

Acceso a la gruta y a la ermita
La ermita actual se construyó a finales del siglo XVII, sobre el roquedal al lado del Duero, por el  arquitecto Pedro de Ajín. Por último, en el año 1968 la ciudad acordó reedificar una iglesia de nueva planta con el concierto de todos los vecinos.

Interior de la gruta
Para acceder a la ermita entramos por la cueva, donde se originó la tradición santera. Al fondo entramos en una sala llamada Cabildo de los Heros, lugar donde se celebraban las juntas de la hermandad de labradores, presidida por una imagen del Santo.

Cabildo de los Heros
Desde aquí accedemos al Oratorio de San Miguel donde se encuentra un pequeño altar y una imagen de Santa Ana y otra del Santo.

Seguimos por una escalera pegada a la gruta y nos encontramos con el habitáculo del Santero de San Saturio, una habitación recreada al estilo del anacoreta que habitaba la ermita. El oficio de santero a la usanza medieval desapareció como tal y la función del santero es más acorde al mundo actual. El cargo de santero tiene en común con el antiguo la obligación de abrir la ermita y mantenerla limpia, así como atender a los turistas. Aparte de religioso era el vigilante de la ermita. Actualmente el santero es un funcionario del Ayuntamiento de Soria y ya no viste a la manera del santo como ocurría antiguamente.


El Santero de San Saturio
Una vez vista la habitación del santero subimos por la escalera y llegamos a dos salas capitulares, la del Cabildo y la del Ayuntamiento, desde donde se divisan unas impresionantes vistas del Duero. En la sala del Ayuntamiento nos encontramos un libro de firmas. Seguimos por la gruta y llegamos a la sacristía en la que nos encontramos con un retablo barroco con un gran Cristo Crucificado. Saliendo de la sacristía entramos en la Iglesia.

La iglesia es de planta central octogonal, el altar de estilo barroco está profusamente decorado y cobija un busto relicario del Santo con sus restos.
Sacristía, Iglesia y Retablo con la imagen y los restos de San Saturio

Cúpula con las alegorías a los
anacoretas de la Cristiandad

La bóveda, la cúpula y los muros están decorados con frescos del pintor soriano Juan Zapata Ferrer, discípulo de Lucas Giordano y Palomino. En los muros se narran pasajes de la vida del Santo y en la cúpula están representados los principales anacoretas de la Cristiandad.

Finalmente desde la iglesia salimos al exterior de la ermita y bajando por las escaleras volvemos al punto inicial, es decir, la entrada a la gruta. La ermita de San Saturio se encuentra en la denominada Ruta Machadiana.
Salida y escaleras de bajada
Una vez terminamos de ver la ermita regresamos por el mismo itinerario, siguiendo el Duero por el Paseo de San Saturio hasta llegar nuevamente al Monasterio de San Polo y de aquí al punto inicial donde teníamos aparcado el coche.
Regresamos por el Monasterio de San Polo
Recomendamos la visita a San Saturio, un lugar que merece la pena perder un poquito de tiempo y acercarse a verlo. Es accesible a todos y muy recomendable para realizar en familia.







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