Laguardia |
Continuando con visita a la zona vinícola de La Rioja,
después de visitar Elciego y la bodega
del Marqués de Riscal, nos dirigimos a la pintoresca localidad de Laguardia, en
la rioja alavesa.
Día de la visita: 18 de enero
de 2014
La bonita localidad de
Laguardia está situada en lo alto de un altozano y está rodeada por una muralla
que mandó levantar el rey Sancho el Fuerte. Conserva las cinco puertas
medievales de acceso a la villa:
Mercadal, Carnicerías, Páganos, San Juan y Santa Engracia, en las cuales se puede leer el saludo con el que el pueblo de Laguardia saluda a sus visitantes: Paz a los que llegan. Salud a los que habitan. Felicidad a los que marchan
Puertas de San Juan, Santa Engracia y Carnicerías |
Entrar en Laguardia te hace
remontar al medievo, el pasear por sus calles tiene un encanto especial y,
sobre todo, la enorme cantidad de bodegas en sus entrañas hacen de ella un
lugar ideal para degustar un buen vino de rioja.
La historia de Laguardia se
remonta al Neolítico ya que en los alrededores han aparecido cantidad de restos
arqueológicos como dólmenes y monumentos funerarios. En las inmediaciones se
encuentra el poblado de la Hoya, un importante yacimiento de la edad del bronce.
Empieza a cobrar cierta
importancia cuando en el siglo X el rey navarro Sancho Abarca levanta un
castillo al norte del cerro que domina toda la Rioja Alavesa y la dota de una
fuerte función militar. Este castillo fue, por su situación fronteriza, uno de
los principales del Reino de Navarra en los siglos XIII al XV, siendo
residencia real en numerosas ocasiones. Fue demolido en 1875.
Pergamino sobre el castillo |
En el 1164, Sancho VI le
otorga el Fuero de Población y la eleva al rango de villa, haciendo a sus
habitantes hombres francos y libres concediéndoles diversos privilegios, lo que
supuso un considerable aumento de la población. Este mismo rey fortifica toda
la villa y la convierte en un baluarte inexpugnable con torreones, almenas y
saeteras.
Plano de la Villa |
A consecuencia de las continuas
luchas entre Navarros y Castellanos, la villa cambia repetidamente de manos. En
1461 pasa definitivamente al poder de Castilla, y en 1486 se incorpora, junto a
sus aldeas a la provincia de Álava y sus hermandades.
Con los Reyes Católicos,
pierde su importancia como plaza militar pero supone el engrandecimiento y
riqueza de la villa, gracias al comercio del vino y al asentamiento de familias
importantes que se manifiesta con la proliferación de casas palaciegas. Es en
el siglo XVI es cuando se construyen las bodegas familiares, características de
la localidad. En el siglo XVII fue azotada por la peste que diezmó
considerablemente a su población.
En el siglo XVIII destaca la
figura de uno de sus hijos más ilustres el literato Félix María de Samaniego,
nacido en 1745, sobrino del Conde Peñaflorida, formaba parte de la Real
Sociedad Bascongada de Amigos del País y fue un claro representante de las
ideas de la Ilustración.
Félix María Samaniego |
En el siglo XIX durante la
Guerra de la Independencia retoma su carácter militar y fue ocupada y saqueada
por los franceses. En 1809, el Marqués de Barriolucio la recupera y destruye
gran parte de sus murallas, para evitar que en caso de que volviese a caer en
manos francesas, éstos pudieran hacerse fuertes en su interior. Durante la
primera guerra carlista, se rebajan sus muros y torreones para construir
delante de sus puertas unas defensas que la protegieran de los ataques
carlistas.
La mayor destrucción de la fortaleza tiene lugar en la última guerra
carlista, cuando fueron destruidas algunas viviendas y gran parte de la
muralla. En 1874, los carlistas deciden destruir la fortaleza de Laguardia y
convertirla en un pueblo abierto, sin defensas; a pesar de la oposición de todo
el pueblo la demolición se lleva cabo.
Paseo exterior que rodea todo el recinto amurallado |
De aquella fortaleza
inexpugnable de los reyes navarros, hoy sólo quedan las dos torres convertidas
en torres-campanario, varias torres menores y algunos restos de la antigua
muralla. Es a partir de los años 70 del siglo XX cuando experimenta realmente su
crecimiento y expansión hasta convertirse en la localidad que hoy conocemos.
Plaza Mayor y Ayuntamiento con el Escudo Imperial en su fachada |
Vamos a describir algunos de
sus principales puntos de interés. Comenzaremos por la Plaza Mayor, una plaza
fortificada en el centro de la villa, donde se encuentra el antiguo
Ayuntamiento con el imponente escudo imperial de Carlos V y el Ayuntamiento
Actual.
Santa María de los Reyes |
La Iglesia de Santa María de
los Reyes, al norte de la Villa, comienza a construirse en el siglo XII y se
finaliza en el siglo XVI. Destaca sobre el conjunto su monumental portada
gótica realizada en piedra a finales del siglo XIV, la policromía,
perfectamente conservada, data del siglo XVII. El retablo mayor, del siglo
XVII, es obra de Juan de Bascardo.
La Torre Abacial es una
torre-castillo que sirvió de defensa a las murallas de la villa y defendía la parte norte donde se encontraba el
castillo que fundara Sancho Abarca y que dio origen a Laguardia. De planta
cuadrada, destacan dos fases en su construcción. La primera corresponde a un
románico de transición (fin del siglo XII y principios del XIII). La segunda data
de los siglos XIII y XIV. Pudo formar parte
de un monasterio, de ahí la imagen
de San Benito y su nombre de “torre
abacial”.
Torre Abacial y Santa María de los Reyes situada en la zona norte de la villa |
Templo de San Juan y "Puerta de l os Abuelos" |
La Iglesia de San Juan Bautista
es estilo gótico. En el siglo XVIII se amplía la iglesia adosando a sus pies la
Capilla de Nuestra Señora del Pilar. En el exterior destacar la portada sur,
llamada “puerta de los abuelos”, también gótica, construida en el segundo
tercio del siglo XIII, consta de cinco arquivoltas formadas por baquetones,
arcos apuntados en el interior con el exterior casi redondo.
Conjunto defensivo de San Juan |
El templo de San Juan, la
muralla y el torreón defensivo que protege la puerta de acceso a la Villa están
integrados en el mismo conjunto. La mayor parte del templo, la parte gótica, se corresponde con los siglos
XIII-XIV. Destaca el Retablo Mayor, barroco, que comienza a construirse a fines
del siglo XVII y que se colocó en el ábside central a finales de este mismo
siglo.
Lo que es característico de
Laguardia son sus bodegas. El subsuelo de la villa está formado por las bodegas
o “cuevas”, excavadas bajo las viviendas y calles, a unos 6 metros de
profundidad. Recorrer sus calles y degustar unos buenos vinos en sus
innumerable bares, es una apuesta difícil de rechazar. Un bonito paseo rodea la muralla por el exterior, llamado "El Collado", que merece la pena recorrer.
En las afueras se encuentran
las bodegas de arquitectura más moderna y que son visitables. Laguarda es punto
de referencia en la ruta del vino de la Rioja.
Itinerario |
Una visita imprescindible
para los amigos de la historia…. y, por supuesto, para los amantes del buen
vino. Y como dicen los laguardienses: Paz a los que llegan. Salud a los que habitan. Felicidad a los que marchan.
¡¡Salud amigos!!
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